Fotógrafo Samir Ortiz Altamiranda
La calle es un sitio solitario,
No hay transeúntes, sólo sombras
Que tropiezan entre sí.
Sombras, seres alienados,
Miembros ad honorem del club de
consumidores.
Sombras, desvanecidas,
en el ajetreo cotidiano de dolores vernáculos,
Regalando al prójimo desmigajados
gestos de humanidad
Si el afán lo permite
Sombras temerosas, desconfiadas
unas de otras,
Compartiendo el mismo espacio, el
mismo tiempo
La misma huella, el mismo cielo
El mismo sol, la misma lluvia.
Eslabones de una misma cadena
Y al fin sombras humanas; nada
más...
Autor: Irene Tapias
Tal cual.
ResponderEliminarTal cual lo describes.
Vivimos como un puñado de enemigos.
Bueno... también hay razón en ello.
Queda entonces al descubierto... que algo marcha muy mal.
Un gusto estar en tu blog.
Que tengas un día bueno ✏
Gracias por la visita, nos seguimos leyendo
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